Cual rosa blanca que se resiste a fenecer en el invierno,
cual estrella que dejó de ser fugaz...
y asoma persistente en los cielos poco azules,
cual amanecer qué saluda a mi alma
con luces de caricia y esperanza,
cual lluvia en la sequía, sol en el frío,
abrazo en la indiferencia, alivio en el entuerto,
soplo de dignidad en la corrupción.
Cual voz que clama en mi interior y activa todos mis sentidos.
Así eres tú, pequeña gran mujer de inmensa magnitud,
un esplendor, un alivio de caricia, un amor de dulzuras perpetuas...
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada