Mirando el mar te pienso y te presencio.
Es la brisa y la noche...
y el aroma del bosque cercano
que viene en busca de sal.
Es la paz lúcida en los oscuros de poca luna,
el sosiego sereno de una playa vacía,
rincón del pensador... pensando en ella.
Ven rápido, todo está bien,
duerme el sol y la multitud,
el mar acaricia y huele a gloria,
sólo faltas tú… la guinda.
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