divendres, 17 de febrer del 2017

Verte

Y, en verte, me acostumbre...
a dedicar un tiempo a las flores
y a los atardeceres rojos y rasgados.
Y es que contemplarte...
me lleva a pasear en nube,
acomodando estrellas
descansando en la luna,
hasta ser transportado por el sol,
que despierta feliz en tu ventana.
Y versioné mis suspiros...
al aroma del romero,
y preparé el sendero sin salida,
bendita cárcel de los alados cantores.
Y es que en verte se amanece
en suavidades de colores,
perfumadas, de bosque libre.

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