He soñado con ella,
y después he hablado de ella,
y sigo, ahora ya solo,
pensando en su luz...
que acompaña mis despiertos.
Ella vive en mis días,
está en mis frases y decires,
en cada suspiro,
en cada sonrisa.
Ella alimenta mi cerebro,
como un violín...
que mejora mi orquesta,
como un solista...
que provoca un mutis,
...y yo aplaudo con locura.
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