dissabte, 12 de setembre del 2015

Una luz dorada

Misterios... te los buscas, los encuentras,
te los vives, problemas, la vida misma...
Es la calle por donde circulan las parcas,
donde uno tiene pánico a aparcar.
Pero un día llegó alguien que me espantó
todos los orangutanes de la selva,
y desaparecieron las nubes espesas, negras,
de mi cabeza cabizbaja y perdida.
Es como la resolución de un conflicto,
que después de despejar la incógnita,
te invaden todas las alternativas
que esclarecen los entuertos,
es simplemente una presencia,
un silencio que te roza, una paz que te invade,
una luz dorada que penetra tu alma y la sosiega…

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