Las clases de cuarto de primaria decidimos ir de excursión por las montañas de Alcover (Ermita del Remei, Niu de l'Àliga, etc.) El objetivo era ver árboles y paisaje de esa zona, y la pequeña cola de caballo que se ve al llegar al punto más alto. En una parada, se me acerca un alumno, que no era de mi clase, por cierto, y me dice: “Mi padre dice que usted es un hombre sabio, y que procure hablarle y estar cerca de usted”. Me quedé un poco a cuadros, me hubiera conformado con que le dijera que era buena persona y que intentaría ayudarle siempre, pero bueno, fue una sorpresa agradable que me costó hacer un buen aparte con el alumno para agradecer la confianza de su familia y explicarle, con sencillez, mi buena disposición. Por supuesto que me hubiese gustado ser sabio... para enseñar a mis alumnos a descubrir los mejores caminos para su realización.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada