La vi en una discoteca de moda,
parecía esconderse detrás de unas gafas,
de esas que disfrazan y esconden... los ojos.
Estaba cerca de la luz de una lámpara
que lanzaba intermitencias y, de alguna forma,
la ponía al abasto de los asombros de la concurrencia.
Me llegó, por supuesto, un canto de sonrisa,
un gesto amigo, digital, y un ademán...
que explotó en alivios cuando retiró las gafas de sus ojos
y se las puso por montera cómica...
Antes de acercarme, pensé lo de siempre,
como engalanan los ambientes... las rosas,
incluso escondidas por las sombras del neón
y perdidas por entre las estridencias…
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