No, no les diré que es la edad erótica, sino más bien, una acumulación de experiencias, que te excita hasta del recuerdo, cuando te pasas las imágenes, sentado en tu mejor sofá reparador. Es la edad de los avisos, porque las diferentes partes del cuerpo que tantos silencios me regalaron, ahora me cuentan sus quejas, y me hablan de prudencias y respetos...
Los gemelos me dicen que están allí y que no me pase y, al mismo tiempo, que no me pare, parece decirme la razón. Mi mente oye ruidos amenazadores que le cuentan y le hablan de restricciones... atención al café, cuando yo no dormía si no lo tomaba, y algún vino de menos, seria un regalo, y alguna grasa de la carne de las costillitas de lechal, estaría bien de reducir, y el dormir ocho horas, y la plancha y las verduras con agua, mucha agua, gua, gua, gua... Andar y moverse, por supuesto, aunque sea en bici, y ejercitar la mente y tal...
Procuro hacer todo esto, sobretodo lo que me distrae, procuro seguir fiel a mis principios, a mis mayores, a mis ideas y a mis amigos, procuro serme fiel, y mientras viva, seguiré gritando libertad y VISCA CATALUNYA, porque en ella hay sitios como Deltebre, Reus, Tarragona... todo dicho, verdad, ustedes lo entienden perfectamente. Permítanme un fuerte abrazo des de la felicidad más absoluta.
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