Una clase de cuarto de primaria, bastante uniforme, quizá un artista, un líder futbolero, y poco más… Una niña preciosa, vestida de marca, siempre ropa nueva, conjuntada y tal… Un día me los llevé al mercado central, para ver frutas, verduras, cereales, carnes, pescados, etc., y con el propósito de aprovechar el tiempo, los dividí en cinco grupos, sentados en el suelo, para indicarles cuál seria su misión: escribir nombres, preguntar precios, incluso hacer algún dibujo... La niña "marcada", no quería sentarse en el suelo, no venía preparada para la excursión. Hablé con sus padres y lo solucionamos... aunque hay que ir con mucho cuidado para no herir los sentimientos de algunos padres, que no interpretan correctamente el amor filial y qué es lo mejor para su hijo.
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