Mis caminos me suenan a lejos,
me suenan a aquel más allá al que te lleva,
mejor la ilusión que las piernas,
y me siento vencedor y justiciero,
y estratega pensante...
maquinando enderezos humillados.
Por supuesto que hay unos y otros,
los otros son los que no dan...
ni los buenos días y viven en excesos,
gracias al sudor y la espalda torcida de los unos.
Está bien la comunión,
siempre que no sea con ruedas de molino,
y encima, para más INRI,
tiradas por cuadrúpedos comprados.
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