Nunca le hablé por hablar, su proximidad era todo un proceso de sublimidad. Le contaba de la vida, como un empezar de la eterna primavera, mi voz era siempre una ilusión sin adjetivos disuasorios. Mi voz era firme y segura, parecía estereofònica, salía tan directa y tan verdad del corazón que resonaba en graves de firme y gran musicalidad. Nunca le hablé por hablar, la quería...
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada