He visto un azulejo roto, le hacía falta un trozo en un extremo... una niña de pocos años se entretenía decorando la maltrecha pieza y lo hacía con cierta gracia y buen gusto, además de creatividad y habilidad artística, con hojas de pino, alguna piedrecilla, pétalos de flores cercanas que le llegaban en vuelo. Plasmó una ventana desde donde se veía la luna y alguna estrella, en una noche que se veía plácida...
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