Y en el jardín la rosa blanca se engalana de rocíos primavera, ella es reina de las flores, soberana del vuelo donde los amantes pasean el amor. Está feliz porque no sólo no la cortan sino que acuden los poetas, los que entienden la belleza, los que muestran el mejor amor en pétalos de abrazo, suspiros en suspensión que mantienen el aroma en el ambiente… la niña y la rosa, una rosa blanca, por supuesto, y la niña, mi niña, la más bella del lugar.
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