Siempre pienso en la dulzura de tus labios,
en la miel de tu palabra, en el don de la oportunidad,
en la excelencia de tus proclamas espontáneas.
Siempre pienso en el aura del consenso
...que se daba en tu proximidad,
aquella paz científica del escuchar y el aprender,
a la luz de las estrellas, custodiando tu esencia
...cual luna creciente sin fin.
Siempre, y quizá ahora más, adoro los tiempos
...que tan felizmente vivo contigo.
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