Son un ejemplo, una maravilla, un tesoro, dan la vida en su empeño de protección, incluso de las personas agredidas por otro tipo de personas. He visto por la televisión que un grupo de ellos, un día a la semana que coincide con el día que hay mercado, van a una residencia de la tercera edad y sacan con sillas de ruedas a los ancianos para que puedan ver el sol y observar las incidencias del mercado. La gente mayor feliz, los bomberos orgullosos de su acción humanitaria y yo, como siempre, feliz de ver felices a los demás… Detalles edificantes de la vida ¿verdad?, y más en estos tiempos un poco deshumanizados…
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