Sospecho que podría ser,
intuyo que hay posibilidades,
vislumbro un espacio asequible,
contemplo un lugar en el sol,
un acceso, una vía libre,
un sendero que se escapó
de un camino que llevaba al infierno.
Y en mi sueño, la película…
en la que yo soy el director,
apareces como un atardecer en rojos,
que no se van del todo,
y tu sonrisa diluye las dudas,
ya no sospecho, ni intuyo,
ni vislumbro, ni contemplo…
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