Tipologías

Directo, primario, espontáneo, todo corazón,

imparable en sus justas convicciones...

hasta estrellarse en la invencible

y muy consolidada corrupción.

Frío, calculador, reservado,

allá en la vitrina donde se mueven los hilos,

para que todo parezca correcto,

o en su defecto ya ha prescrito,

o compra silencios a cambio de concesiones,

o yo callo y tú también, y nos tapamos las vergüenzas.

Directo, primario, espontáneo, frío, calculador, reservado...

¡Tipologías!

El mar en invierno

Me gusta ir al mar contigo, allí tus ojos miel

tienen el aderezo de la sal al sol del Mediterráneo…

Las gotas de las olas que mueve la brisa

son intentos de explicaciones que nunca atendemos,

sabemos que el mar comprende, atiende

e incluso soluciona en esta su soledad mística,

que confiesa y perdona como el mejor de los padres…

El mar seguro que les llena y convence,

pruébenlo… pero en invierno.

Ya no dudo

Sospecho que podría ser,
intuyo que hay posibilidades,
vislumbro un espacio asequible,
contemplo un lugar en el sol,
un acceso, una vía libre,
un sendero que se escapó
de un camino que llevaba al infierno.
Y en mi sueño, la película…
en la que yo soy el director,
apareces como un atardecer en rojos,
que no se van del todo,
y tu sonrisa diluye las dudas,
ya no sospecho, ni intuyo,
ni vislumbro, ni contemplo…

Café y cigarrillos

Recuerdo aquellos tiempos en los que solía decir que yo no podía dormir si no tomaba café, del disgusto claro. Y recuerdo alguna noche estudiando, o poniéndome al día en alguna de mis facetas, con mi cafetera llena, un paquete de cigarrillos, y la luna por testigo y compañera… Lástima que por aquel tiempo no solía escribir, aunque ya había empezado a soñar, en algunos de mis sueños que fueron posibles y que, a veces, tengo el placer de contarles.

Feliz vuelta al "cole"

Nos quedamos,
nos vamos,
hablamos,
tu dices,
yo cuento,
tu callas,
yo asiento,
un café,
un ayer,
un ahora,
fin de fiestas,
fin de siestas,
y... a por ellos.
Llega septiembre,
los profesores
ya sienten el olor
del lapicero,
y el ruido
de las teclas…
Feliz “rentrée”,
¡genios!

Caminos de ida i vuelta

Hay días que los caminos
no te llevan muy lejos,
no hay caminos, son senderos,
no son senderos, son espacios...
donde acaba el follaje y se pierden
los nortes y los destinos.
Sentado frente a un horizonte con cielo,
voy mirando las estrellas hasta cegarme
de incandescentes azulados…
Luego regreso, los caminos de vuelta
siempre son más cortos,
y estos sí que tienen norte y destino.

Paisaje natural

Te espero o me esperas, estamos,
nos vamos... a ver el mar,
a soñar con los ríos,
hijos que vuelven a casa,
vida después de la vida,
aguas de cielos, cielos de aguas.
El bosque, el nuestro, siempre cerca,
pinos mirando las olas,
en baile constante,
ardillas en vuelo y juego,
gorriones en cortejo,
hojas que empiezan a volar...
pregonando el final del largo verano.
Juntos, estamos, gozamos,
paisaje natural… como tú.

Un abrazo al mar

Agosto se marcha,
pronto será recuerdo,
nostalgia, esplendor
o liberación...
pronto el mar recuperará
el olor del yodo
y el aroma de la sal,
pronto el sol será benigno,
y la brisa aire, y las olas...
acelerarán compases,
y alguna lluvia,
alguna escarcha,
y algún frío nevado
me hará acercar al mar,
para fundirnos...
en un abrazo fiel.

No suelo contar estrellas...

Y en la noche se me cuelan los días,
y hago selección de encantos y paisajes,
de vuelos alados, y alejo también...
alguna decepción que no dejó rencor.
En mis sueños nocturnos, no tengo tiempo...
y no suelo contar estrellas ni ovejitas,
aterrizo y me recreo en los buenos momentos,
me paro en lo profundo de lo que se dio
y permanezco anclado unos minutos…
en lo que pudo haber sido y no fue
y di por bien empleado o merecido.
Confieso que a veces me despierto cansado, pero feliz…
En la noche, se me cuelan los días y sueño...

Respetar y respetarse, todo un logro

Era un payés, se crió en el campo y su cara, roja y morena del sol, tenía unos ojos que fundían todos los atractivos circundantes, sus manos eran portadoras de unos dedos que parecían pequeñas longanizas… Pero su mente estaba clara, muy limpia, de aquellas que ven más allá más lejos y, efectivamente, me lo demostró a los pocos movimientos, con un triple de rey, torre y reina… Siempre lo recordaré, como una lección que me ha servido mucho en la vida. Respetar y respetarse, todo un logro...

Volar, sumergirse, llanear...

Volar por los fiordos,
por las montañas nevadas,
cumbres donde anidan las águilas.
Visitar los arrecifes de corales.
Observar el río que baja nervioso...
después de la lluvia.
Moverse por los canales
que riegan las huertas,
y son hijos de los ríos,
regalando vida…
Volar, sumergirse, llanear...

Y me pregunto...

Algunas mariposas tienen las alas rotas,

no vuelan con el gracejo y la alegría

de cuando la afinidad lo proclama en aras de ilusión…

Las otras mariposas no están por la labor,

por no estar... parecen sestear,

y no se muestran porque el corazón no las ha activado…

¿Por qué nunca llueve a gusto de todos?

¿Por qué las mariposas no se activan a la vez?

Pensando en el mar

Vi a la luna zambullirse en el mar

para participar en la fiesta de los delfines,

y contemplé los celos de las sirenas,

discriminadas en sus cantos característicos.

Y me quedé pensando en la inmensidad azul,

en su mundo, en cuanto se cuece en su interior,

ballenas y ballenatos, peces de colores, diminutos,

camuflados, tan diferentes, tan especiales.

Todos amantes y amados, en sus correrías

...por los bosques de algas.

Color de vida

He visto a la nieve caer en las montañas, pegarse a ellas,

con todo a punto para que un escultor mágico haga mi obra cumbre

y perpetúe tu cuerpo para admiración de los soñadores invernales.

He visto a las flores, siempre con pretensión de rosa blanca,

esforzarse en adquirir formas, todas sugerentes,

e incluso las orquídeas aparentes formas humanas.

He visto rosas con tu cara, no eran blancas,

eran de color vida, tu color...

Todo un placer

Me gusta verte leer,
porque casi que abres la boca
para tragar saberes.
Me recuerdas a mis alumnos
cuando les contaba historias
de animales del zoo...
Me encanta verte dormir,
porque tu cuerpo parece
elevarse por los senderos,
por donde la paz tonifica
los ambientes en suspiros.
Es para mí un placer,
saberte por aquí,
dando luz a la luz,
mejor luz, digo…

Uno va por ahí

Uno va por lo supuesto,
por lo bien entendido,
por los considerandos
que se reconsideran...
en aras de lo decente,
por la línea que no se acerca
a los abismos de la hipocresía.
Uno va por las esencias naturales,
que aún no ha destrozado
la incoherencia humana,
y va por lo convincente,
convencido de tener un norte,
más allá de la razón e incluso...
de la sinrazón del corazón.

Siempre está...

No la veo, no siempre,
pero está, siempre está,
no tiene un rol, un menester,
tiene presencia, compañía,
apoyo, una mano a mano,
una reflexión a punto,
un amor sincero, una afinidad,
una oportunidad, una entrega...
más allá de mi incoherencia puntual,
que te endereza, te conmueve,
te embellece, te armoniza,
te activa y te aditiva…
Siempre está en el aquí y el ahora
de todos los siempre…

El justiciero

¡Irás a ver al Pere! ¡Verás como se entere el Pere! El Pere era aquel señor que paseaba por el patio, y era como el mejor invento para deshacer los entuertos habituales en las horas de patio. Me sentía como un ministro de asuntos complicados que tuvo que aprender en la práctica, diaria, que el concepto de justicia de los niños, merece todos los respetos, y se acogen a ella con todas sus fuerzas. Modestamente, yo era su fuerza y a mi acudían convencidos...

Potser Sant Pere...

Un camí polsós per la sequera,
un cel blau fosc que el sol ha recremat
fent un agost infern,
allà on els àngels volen prop,
i ara ho fan amb una mànega,
refrescant per si de cas,
no fos que un foc els cremés...
un núvol blanc de protecció.
Potser Sant Pere hauria d’anar
ennegrint i omplint de pluja algun núvol,
i així el camí respira i el cel es regenera,
i la pols dóna pas a l’aroma de les flors
...que sempre volen ser blanques.

Nuestra amiga del alma

Revisiones anuales, de verano, niveles, motor a fondo, visión… Las revisiones, a partir de los setenta, son de mantenimiento, chapa y pintura a parte, que también tiene su importancia, para que no te conviertas en una mancha para el paisaje. Y entre controles, nuestra amiga del alma, nos ha invitado a comer en un restaurante del Serrallo... es su santo (María del Mar). Siempre es un placer estar en el Serrallo, y sobretodo con nuestra muy querida amiga del alma…

Un respeto entre gotas

Era una hermosa gota de agua de mar,
a la sal del sol del amanecer,
confundida en un rocío...
de una flor de acantilado.
¡Buenos días salada luz!
¡Buenos días perla preciosa!
Se admiran, se miran, más no se rozan,
no sea que el encanto natural,
como una magia del destino,
las transforme en un batido de ilusiones
de un fatal perecedero…
Un respeto entre gotas, un canto de amor,
siempre tierno en los verdes primavera...

Aquel lugar

Aquel lugar de ensueño,
apartado del mundanal ruido,
río abrazando el mar,
donde es posible un vuelo de ánades,
donde es probable otro de flamencos,
donde es segura la más bella exposición
de verdes naturales, arrozales...
que, poco a poco, serán amarillos al sol,
en preciosa madurez…
Aquel lugar donde mucha gente,
aún tiene la suerte de ser primaria,
directa, sin más adorno que la verdad,
en vivo y en directo al corazón,
y, si se tercia, al alma…

Empieza la película

Desde un árbol cercano, en rama inestable,

entre trinos ruidosos de gorriones en desacuerdo y sin cortejo,

vi tu sombra o la intuí y me invitó a la reflexión,

bajé del árbol, me aproximé al violín de los jilgueros,

y te vi llegar, gafas de sol en la cabeza,

un ramito de romero en la boca,

y yo como aquel que bajó del árbol

de los sueños, o de la higuera, y tú allí…

Empieza la película de la vida, la mía, la nuestra…

Feliz siempre contigo

En el almacén de los ayeres
me encontré aquella mirada...
infantil, viva, penetrante,
que taladra en cosquilleos
y te llega al alma para hacer...
eternidad de su existencia.
En mi colección de presentes delicias,
vuelvo a mirar aquella mirada,
ahora ya adulta, otoñal,
impregnada de las mil mejores
e incandescentes luces,
y aún veo destellos arco iris,
dulces firmes dardos en vuelo
directo al corazón.
Feliz con mis recuerdos y presentes,
siempre feliz contigo...

Cuestión de gustos

Me gusta más…
la rosa que el clavel,
el pez que el pescado,
el río que el arroyo,
el pino que el chopo,
la gracia que el salero,
el ocho que el cuatro,
la lluvia que la nube,
el trueno que el relámpago,
la selva que el bosque,
el rojo que el negro,
la lágrima que el llanto,
la sonrisa que la risa.
A mi me gustas tú...
y el café, claro,
cuestión de gustos
¿verdad?

A los quince años

Me di cuenta que te quería cuando, pese a mis intentos,

no vi salir el sol, mientras en el reloj ya tocaban las doce

y, por la acera, los árboles estratégicos de ciudad,

habían perdido su color de los verdes oxígenos.

Era como un miope sin gafas, sin ver nada de lejos,

y de cerca todo era de un descolorido grisáceo de pena…

La verdad es que con ella se fue toda la luz,

pero también la alegría y la ilusión.

Con ella se fue la vida y eso, a los quince años, sangra el alma,

y pareces morir, hasta la próxima primavera,

donde, como el gato al olor de las sardinas,

uno revive al despertar de los cerezos...

Decir te quiero

Por ti puedo mirar el mar,
como un poeta,
como aquel que sugiere...
dulzura a los delfines,
en sus agudos sugerentes.
Por ti puedo seguir el vuelo
de una hoja acorazonada,
y hablarte de su aroma
y del deambular de sus suspiros.
Por ti puedo subirme...
en las atracciones infantiles,
en los dragones más altos,
en los látigos más crujientes,
y al descender...
poner cara de asombros blancos,
y decir te quiero...
en dulzura de temblores.

Otra vez en casa

Me encanta viajar por los pueblos del mundo y gozar de la belleza de lo antiguo, la funcionalidad de lo moderno, la belleza del paisaje y la simpatía natural de la mayoría de personas. Es edificante y te aporta vivencias y visiones impagables pero... llegar a casa, a tu cama, a tu tele, a tu frigorífico, a tus libros y tus músicas, con todo a mano… pues tiene su aquel reparador. Otra vez en casa, hogar dulce hogar, bendito hogar de dos.

La meva felicitat

Explicar una mica de la teva vida, dels teus poemes, de les teves vivències i viatges, per altres formes de vida i paisatges, em relaxa una mica, i te n’adones que qui t’estima, doncs se n’alegra, i si hi ha algú, que no crec que siguin gaires, que no li fas el pes, doncs, ho sento, jo mai vull ferir ningú. He sentit algú que diu que quan presumeixes d’alguna cosa és perquè et manca, però no sempre és així... per a mi la felicitat dels meus amics és important, per això jo explico la meva.

Mantener una justicia

En mis tiempos de profe procuraba frenar un poco a los gallitos y realzar a aquellos más tímidos. Más que buscar un equilibrio, intentaba mantener una justicia. Si había algún ego que, para mantener su estatus, hacía un gran esfuerzo en el trabajo, yo se lo valoraba. Y si había algún rezagado que no hacía ningún esfuerzo por mejorar, pues me lo ponía difícil, en mi afán de poder ayudarlo. Siempre quise ser justo, al menos lo intenté…

Verbos musicales

Ando con versos prestados,
de un nostálgico romántico,
ando mirándome los pies,
sin muchas luces que me inspiren,
ni luciérnagas que me aclaren los caminos.
Y recuerdo, cuando todas las musas...
venían a mi encuentro,
y me llevaban palabras,
verbos musicales,
cual baño de rosas en jardín libre,
de un bosque perdido…
Ando sin mirar al frente,
cuando, no hace tanto,
tenía luz propia, como el sol…

La Calle Mayor

Callejeando por donde no pasan ni los coches,

por lo recóndito de los oscuros,

con ventanas a tocar de mano,

oliendo a tortilla y especias.

La calle es larga, cuelga alguna maceta de la pared,

una farola vieja a la que se abrazaron mil beodos

y algún santo en vitrina que guarda

los paseantes por los indefinidos nocturnos…

La calle es cuesta arriba y en ella no hay bancos,

otras calles con escaleras, la contemplan,

ella llega hasta la catedral, es la Calle Mayor,

y señorea sus mágicas experiencias…

Fría

Fría, pasa por el lado...
de un brote tierno de hierbabuena
...y no se emociona,
las rosas blancas le tienen sin cuidado,
y el amanecer es un cabreo
con sol que le manda al tajo,
sin más paz ni remedio…
Fría, con coraza y letal escudo,
contra el dardo certero del alma
que no entiende del hielo,
que no se atiende a razones,
que no razona en el frío.
Es fría entre los congelados...
y los nevados invernales.

Possible espiga

He anat al mes de maig,
a cercar una flor, la més bonica,
la més rosa de totes,
i aleshores i de la mà...
anirem cap allà,
buscarem el jardí natural,
dins d’un bosc, verge, especial,
com una selva on només transiten
les aures que no contaminen,
les ments que admiren i respecten
la creació sense manipular.
I un cop allí, ens veurem...
com un brot més,
una branca de verd viu,
possible espiga, vida total...

Formar parte de tu sonrisa

Me gustaría aparecerte...
como el lucero del alba,
como un sol de primavera,
como aquella rosa en el jardín
que marca la pausa de lo que será
la belleza natural y la verdad total.
Me gustaría mostrarte...
la flor de los cerezos,
la luna bajo el brazo,
en el abrazo tierno del atardecer.
Me gustaría gustarte,
con mis sueños contigo,
y ser parte importante
...en tu sonrisa.

Soy la muerte

Hola, soy la muerte, valiente,
perdón... cobarde, como siempre,
vengo empujada por el odio,
y elevada a los altares,
por la revancha, por la venganza,
para los que también sembraron horror,
por unas muertes también cobardes
y como éstas... incomprensibles.
Hola, soy la sinrazón, la irracionalidad,
soy miserable, soy la muerte,
en sus versiones de vileza total...

Lugares comunes...

Un niño pequeño abre sus ojos inmensos, le sonríe a un caballo que está pastando, como si nada. El coche se desplaza por la carretera de tierra, entre dunas redondeadas y vientos que llevan lluvias de arena. Paisajes de aquí o de allá, pero que siempre nos recuerdan vivencias, lugares comunes, basta con cerrar los ojos… Cuando lo hago, viene a mi memoria nuestra playa particular, aquella de las dunas protectoras, con un cielo abierto para los sueños posibles, las ilusiones intactas, los amores sinceros…

Las estrellas, tan inalcanzables ellas...

Tiempo de emociones y sueños, juventud, con nunca suficiente de nada... y quieres ser alto, y marcar el gol del partido, y sacar buenas notas, no por tu formación integral, sino por contentar y ser orgullo del entorno. Conocí gente, que nunca se dieron por vencidos, y luego anduvieron el resto de su vida, vencidos, incluso sin el consuelo de haberlo intentado. Tiempos en los que saltas los escollos, o te estrellas, cuando tu ambición son las estrellas, tan inalcanzables ellas, allá por los cielos tan lejanos...

Agosto

Sol de Lluvia, noche negra,
una sombra invasora...
hace oscuros los entornos,
noche en pleno día.
Muere el paseo...
y se hace paso acelerado.
Y del verano, agosto,
y del calor, una excursión,
del invierno, sólo un día, unas horas.
Toca piso, dulce paz de hogar...

Cada uno en su papel

La noche avanza,
y yo espero el tiempo...
en el que esto no importe.
Yo no miro el reloj,
tu padre sí, y luego...
toca correr, pedir disculpas,
y encontrar alguna
que parezca razonable…
Tu madre mediaba,
tu padre intentaba comprender,
y yo quería acabar...
con tanto juego de protecciones.
Eran aquellos primeros tiempos,
cada uno en su papel…

Mis sueños nevados

Mi famosa casa en la montaña,
la de mis sueños, la de madera,
la de los balcones estratégicos,
para ver caer la nieve...
blanqueando la montaña,
y haciendo del río nervioso,
una corriente que se desplaza
por entre las esperanzas, ahora blancas,
que formaban los anhelos
de los soñadores habituales…
En su defecto, rememoro mis sueños,
cuando veo un cerezo que parece nevado,
y que no son sino flores
que cubren por completo su ramaje,
antes de ser fruto.
Soñar en blanco…

Los colores de la rosa blanca

Un cisne blanco, una gaviota,
un campo de azahares,
un cerezo en flor, una rosa blanca,
una cara hermosa, blanca como la leche,
de los tiempos de mi abuela.
Dicen y parece cierto, que el blanco
es la mezcla de todos los colores,
como bien nos demostró
el señor Newton con su disco,
y es por esto que a mi me gusta buscar
cómo fueron los colores...
que acabaron en rosa blanca.
Serían bondades mejorables
que acabaron siendo blancos ejemplares
...de pureza, un canto al sol.

17 d'agost del 83

Mudat, vestit amb armilla i corbata a joc,
sabata negra, content, emocionat,
amb la família i la gent que estimo.
Ella amb els ulls de sol...
i la discreció de sempre,
blanca i tendra, i amb mi...
de camí cap a la l'església.
I allí van dir que sí, que ja ho sabíem,
que ho teníem clar per sempre més.
Avui fa 34 anys, com si fos ahir…
Ara vaig a dir-li a la Teresa, que sí,
com sempre, com el primer dia,
com aquella vegada en un tren,
darrera un llibre, uns ulls…

Así estoy yo...

Como las moscas al azúcar,
como las mariposas libando las flores,
como los niños detrás de un balón de reglamento,
como un regalo de las nubes al atardecer,
como un rocío de riego generoso en la sequía estival,
como un amor correspondido,
como un repique de campanas...
en la más mayor de las fiestas,
como la sal al mar y la miel al requesón,
como una emoción con lágrima feliz,
como un sueño realizado en progresión…
Así estoy yo… ¡Es el aniversario de mi boda!

Afinidad

Dicen que el roce hace el cariño,
sobretodo si hay una base de ciertos del alma
que mantienen sus valores en alto,
pero hoy tengo a bien contarles de la afinidad,
de aquel pensamiento pareado,
de aquella palabra que soltamos a la vez,
y de aquello que te cuenta y tú...
ya lo estabas a punto de expresar.
¿Qué hacemos? Lo que quieras...
¿Vamos aquí? Vamos!
Siempre vamos donde quiero ir,
y quiero ir donde ella quiere…

Recuerdos, nostalgias...

No soy precisamente un compendio de doctorados, ni lo que alguno tuvo a bien llamarme, porque así se lo dijo su padre, un hombre sabio, pero sí tengo las mil experiencias de mis años, con 41 tutorías como profesor, y todo lo que la vida te ofrece y te regala, sobretodo los niños…

Soy feliz con mis nostalgias, con mis recuerdos de tan variadas situaciones que disfruté, incluso resolví, y que ahora me acompañan en mis supuestos silencios que, como saben, siempre están espléndidamente acompañados.

A los setenta y con barba blanca, a veces, algún incrédulo te pide consejo, y cuando le dices alguna cosa, te mira como el que mira a un desfasado, anclado en el pasado, y tú lo contemplas, como aquel que ya pasó seis veces por su vida, y le regalas un silencio cansino, o alguna fórmula con la que reconducir sus actitudes. La vida da muchas vueltas, pero poco a poco te aleja de la vida, o de alguna de nuestras vidas de cada día. Otra vez, cosas mías…

Pasa la vida

Un río tranquilo,
un camino verde,
una paz de bosque,
un rayo de sol...
que una nube buena
atenúa, cual madre,
y un crujir de hojas,
y un canto de jilguero,
y el chapoteo de la fuente,
y un croar de rana...
en el nenúfar,
y un banco, y un beso.
La vida pasa...
y nosotros pasamos
con la vida a cuestas,
felizmente...

Tú eres la música

Esta vez la música no viene del bosque,

no es de hojas en roce por la brisa que las acompasa,

tampoco es de jilgueros en cortejo,

paja en pico, árbol cerca.

La música no es de una fuente que mana de la roca,

ni de un amanecer que se retrasó e hizo tarde...

en su cita con la felicidad.

No, no, la música no viene de un saxo lejano

que corre a mi encuentro.

Para mi tú eres la música, como la poesía para Bécquer,

cuando dijo aquello de “Poesía eres tú”,

pues yo digo”la música eres tú”.

No siempre es domingo

Una mano que encaja con la otra,
y hace perfecta cordillera de afectos.
Ángulos que se complementan
y hacen un recto del agudo,
y un plano del obtuso.
Una voz que clama...
y llena el desierto de avidez,
y una verdad, y un desconcierto,
y un aprecio, y un disimulo.
La vida pasa en barco con variado oleaje,
no siempre es domingo, ni primavera,
pero siempre hay un conato de esperanza
en las estaciones de nuestras...
apasionantes vidas terrenales.

Feliz, muy feliz...

Feliz como el pez payaso
por las anémonas,
como los flamencos en vuelo
por el mar en luna llena,
como el cóndor que pasa
con la placidez de un soplo de felicidad.
Feliz como el toro sin lidia,
como el ave en su nido entre azahares,
como un amor de juventud
que aceleró todos los latidos
y puso en música de primavera
todos los bosques y los mares.
Feliz con tu mágica presencia…