Parece que los niños necesitan medirse a ver quién corre más, quién mete más goles, quién es el más alto, más fuerte, más inteligente, más, más… Los padres parece que tenemos avidez por tener un campeón y, junto con algunos profesores, alentamos esa competitividad porque, en la vida, nadie te regala nada y hay que ganárselo todo… el mundo es para los mejores y, si hay un buen puesto de trabajo, será para aquel que está mejor preparado. Siguiendo con el parece… al niño no le dejamos ser niño y los jóvenes van descubriendo por sí solos que lo de la preparación no es siempre cierto en un mundo que deja mucho que desear. Siempre pensé que hay que preparar para la vida real...
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