Después de aquel masaje craneal,
con aquellos dedos prodigiosos,
las ideas, que nunca fueron agresivas,
se relajan, se suavizan, se acarician,
se conmueven, se emocionan…
Sales así como amielado de ojos,
como experimentando el inicio
de una actividad para el concierto
de la armonía perpetua.
Después de aquel masaje,
uno siente que ha quedado...
compuesto y con novia, claro,
activado como un chupinazo en San Fermín,
como un beso que devuelve beso,
y el beso se queda, y ella también.
Maravilla de dedos y de beso…
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada