Poco a poco la vida vuelve a la normalidad, los árboles se deshojan y amarillean los caminos, en las plazas y en los patios de los colegios se escucha el griterío de los niños… El día en la ciudad vuelve a despertar con mil ruidos. Nunca digas adiós, mejor di hasta mañana, es más esperanzador (se lo acabo de oír decir a Castle), así que, hasta mañana amigos, que su normalidad sea espléndida...
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