divendres, 7 de setembre del 2018

Dedos mágicos

En la peluquería suelo cortarme el pelo al cero o al cero y medio, y luego me arreglan mi barba de jubiladísimo y tal… La sorpresa es que últimamente me preguntan, al final, si quiero que me laven la cabeza, o sea la cabeza sin pelo. La verdad es que dije que sí y, ¡oh sorpresa!, unos dedos mágicos me hicieron el mejor masaje craneal de mi vida, el mejor y el primero. Ahora ya es habitual… todo un placer.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada