Tengo ganas de otoño,
también de invierno,
la playa y yo, y después...
solo queda la playa,
más virgen, más viva,
más romántica rítmica
y salada que nunca…
Mi piedra de observación,
cerca de los pinos,
me levanto y voy a pasear
...con las nostalgias,
y a lo mejor me alcanza
algún suspiró perdido,
de un amor que no murió
...ni morirá jamás.
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