Una paz que se huele, un sosiego que no perturba ni la brisa,
una calma mágica en el vuelo de los silencios más callados.
El árbol centenario con su inmensa piedra
...que acoge plácida todos los cansancios,
y un jilguero tímido no osa perturbar con su trino aquel momento cumbre.
Unas nubes que bajan mojan de cielo, se acomodan, aman los entornos…
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