Qué gran ser humano, qué buena persona, qué buena gente que es… Cumplidor de su palabra, por encima de la salud, del compromiso, de la normalidad y de la razón. Me emocionan sus actuaciones y creo que la vida no está siendo justa con él, veo que la justicia es injusta, una vez más, pero quien siembra recoge, y mi hijo tiene ya el corazón maduro, a punto para cosechar inmensidades. Amor de padre, realidad evidente, un sol de criatura, un trozo de pan...
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