Tanto Teresa como yo, tuvimos que hacer el reciclaje de catalán para poder enseñar correctamente en clase, nuestro idioma normativo. Eso no lleva que nosotros somos hijos de Deltebre, de la parte de La Cava, con sus maravillosas expresiones, tan ricas en matices múltiples que las hacen adorables para todos los nativos. Cuando estamos tranquilamente en casa y nos sale alguna palabra de nuestra tierra la gozamos, nos hace gracia, y recordamos a nuestros mayores que las utilizaban habitualmente. “Xeic, és un tot un orgull, un plaer i un honor ser de les Terres de l’Ebre, de Deltebre”.
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