Hace unos días, me llamó una compañera, una buena profesora y mejor persona, y nos preguntamos por nuestros andares de jubilados y tal... Mi madre, dijo, ya con noventa y muchos, le ha dado por hablar en castellano, y a mi me sorprendió muchísimo, porque la mía con noventa y cinco, también hizo lo mismo. Cotejamos que en nuestras respectivas familias, nunca nadie, había hablado en esa lengua... Se me ocurren mil comentarios y razones, que no expondré por respeto, "Yo si respeto a las lenguas", pero dejo a su reflexión el peculiar acontecer.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada