Hoy me he embebido en néctares fluidos, y me he llenado,
consciente, de mar, y he visto los despertares del sol,
donde no hay nostalgias, sólo presentes…
Es delicia el contacto con tu aire, el beso suave de la brisa amiga
que, cual árbol, te limpia el oxígeno.
He vuelto a captar el abrazo del genio, aquel que despierta el alma,
aquel que te abre a la vida y te hace inmensos los ojos.
Contemplé, una vez más, las nubes, aquellas blancas desgarradas,
como vicio a interpretar, o arte, del que gozar en tiempo limitado.
He visto el río seco y verde, y a las ranas que croan lejanas,
y a las calles desiertas, vacías, en las horas punta del sol fuego.
Me senté frente al fresco eléctrico, en mi sofá de siesta y sueño,
ante mi tele grande de alta definición.
Estoy ávido de Serrallo y amigos, de mar y cielo de Costa Dorada.
Me toca un agosto de piso y cercanías… el julio fue trepidante, delicia.
Mi piso y cercanías es como un casi todo… una Catalunya en miniatura,
un cielo abierto para recubrir los gozos…
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