Me encanta cuando oigo hablar de la humildad, de la prudencia, del buen sentido, del don de la oportunidad, del sonido suave, pero firme y directo, inequívoco, que sale en verdad del corazón y, como un dardo certero, se ve penetrar raudo y veloz en la coraza vil y dura de la indiferencia más triste. Pienso en la violeta, parece frágil, nada osada, como distraída, pero tiene toda la energía, un aura de verdad…
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada