Ella y yo, nosotros, los dos, por el bosque,
por el sendero hacia lo recóndito, belleza natural.
Catamos los silencios musicales,
y sólo nos comunicamos con sonrisas
para no destruir el encanto verde original.
Ella y yo de la mano, la nuestra y la de Dios,
que ahora ya nos conduce por entre oscuros y humedades,
donde la fuente salpica y da vida a todo el entorno virgen...
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada