Estoy en mi casa del pueblo, es como una paz mental, cierro los ojos y veo toda mi infancia, desde el columpio en la higuera, mi primera pelota, mi escuela, mi primer maestro, veo todo, y en todas partes... mis padres, siempre al quite, siempre protectores, quizá demasiado, con su mejor intención. Mi casa, mi pueblo, mi familia, donde fui muy feliz…
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