La luna asoma, acude rauda a su cita con el mar, hay luna llena, suena la música, se activan los romanticismos, se presencia el saxo, como no, y el violín, y un teclado de agudos suaves, y una cena de delicias de mar, con un buen cava, catalán por supuesto, y un café corto, para tomar sin prisa, mirando el tendido y escrutando hasta los horizontes más recónditos. Mi amada y yo, catando lo sublime del Balcó de l'Estany, un restaurante único, situado en Ametlla de Mar (Costa Daurada), Tarragona.
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