diumenge, 2 d’agost del 2020

Un buen hacedor

Me miró con ojos escrutadores,

como aquellos que penetran 

entre nubes de niebla matutina, 

ojos, mirada de niña creciente 

que ya cree saber lo que quiere, 

y lo quiere ya… 

Yo pude ser el lagarto al acecho

de las mariposas de la luz, 

aquellas que se acercan 

a las bombillas en verano, 

pero no, nada de eso, 

yo saqué mi alma al sol, 

y puse voz a mi corazón,

y le di fuerza a mi abrazo protector, 

y fui, al menos lo intenté, un buen hacedor

de nuestra longeva felicidad compartida...

          

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