Hay días que sí, que todo parecen ruiseñores,
que la cigüeña consiguió el objetivo del nido y las crías,
que el águila planea fácil, a merced...
de una brisa con sol donde parece sestear.
Hay días en los que el amanecer no tiene prisa,
y la cama es inmensa y confortable,
y no hay obligaciones inminentes, y tu mano está cerca,
y no hay programa, solo paz y cielo…
Un gallo que canta, un coche con prisa, llegó el amanecer
...y el primer beso a la luz de tus ojos de lince.
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