Ver el mar, escuchar el mar, verlo desde mi roca de penar,
desde la terraza de un hotel, ahora que aún no hay gente,
y el mar no es mártir, pero sí virgen y sano.
Oigo el ruido cansino en la noche,
una ligera brisa le acentúa los agudos,
un reflejo de la luna me muestra una acumulación…
de rosas blancas en el centro de la bahía,
me dan ganas de salir a pasear por la playa,
pisar la arena, escuchar la noche, gozarla desde el amado mar…
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