Puedo cerrar los ojos y extasiarme en pensamientos venturosos, balsámicos, placenteros, relajantes… Un césped con rocío, al que el primer sol de la mañana le saca lustre, los mares de trigo a los que arremolina els viento, rizando rizos, el pan nuestro de cada día, un naranjo en flor, una flor de acantilado y, al volver al jardín, la rosa blanca y, al mirar por la ventana, la verde inmensidad de los arrozales. Puedo cerrar completamente los ojos y empezar un fabuloso vuelo, volar…
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