dijous, 10 de març del 2022

Quien no fuera como un perro...

Señora otoñal, de buen ver, con perrito blanco con cuerda larga. Caballero otoñal, igualmente agraciado, con perrita marrón con cuerda generosa. Se encuentran, se paran, los perritos mueven sus colas, dan saltos de contento, se huelen, se rozan, se festejan… La señora i el señor apenas se saludan, incluso sacan el móvil para aprovechar el tiempo, no sea que se les escape un buenos días educado… Y uno piensa claro, a veces lo hago y reflexiono y reparo en aquello de que… el que no fuera como un niño, no irá al cielo, ¿o era como un perro? Uno duda casi siempre, ¿verdad?

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