Ya sé que a muchos no les gustan las serpientes, me perdonan, pero mi hijo, amante de los animales donde los haya, tiene una boa constrictor que es un encanto. Estos días estaba un poco negra, no quería comer y estaba como adormecida. A mí me preocupaba un poco, pero Pere decía... tranquilo, cambiará la piel y volverá a la normalidad, y así ha sido, vuelve a estar lozana y brillante, después de desprenderse de su hermoso despojo y comerse una buena ración de su comida habitual. Se llama Ka y es un animalito de dos metros... ¡precioso!
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