dimecres, 21 de setembre del 2022

Supongamos...


Supongamos que yo fuera un poeta, que es mucho decir, me gustaría encontrar los orígenes, reconocerlos en la dulzura expresiva de mi padre, en el sentido práctico y reflexivo por lo natural que tenía mi madre, en la calidad de los conceptos, explicados al alcance de mi avidez que mi buena compañera me regala como el sol, la luz a la vida y el calor. Ella y el campo, y la familia y los amigos, me hicieron todo un certero amago de buen poeta...

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