Parece ser que los niños, antes, los traía la cigüeña o el avión… así mi prima, que es un poco mayor que yo, me contaba que en esta fecha se estuvo mucho tiempo mirando al cielo. La verdad es que yo nací del vientre de mi madre, gozando de grandes padres y siendo tratado con mucho amor por todo el mundo. Fui un niño de casa pobre, que pudo estudiar gracias al sudor de sus padres, fui creo, un buen maestro y un buen hijo único, que nunca dejó solos a sus padres y, junto con mi buena esposa, los tuvimos en nuestra casa hasta el final de sus días. Tenemos un hijo que es un orgullo para nosotros. La jubilación, la nuestra, es un espectáculo, dónde se contemplan nuestros complementos, o sea la forma de andar a dos desde hace tanto tiempo. Gracias por el buen trato que he recibido por parte de todo el mundo, amo la proximidad afectiva y, por supuesto, muchísimas gracias por todas las felicitaciones venideras...
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