Aquellos tiempos, más o menos felices,
cuando las mariposas andaban así como revolucionadas,
pululando al son de alguna sonrisa circundante,
vivían a salto de mata alertando que algo, o más de un algo,
se cuece o ya está hirviendo y derramándose sin ningún remedio…
Aquellos tiempos han dado paso a otros tiempos,
dónde las mariposas han madurado,
ahora sus vuelos son pacíficos, parece que ya saben…
que sus manifestaciones sólo confirman que la afinidad persiste,
ya no hay alborotos, sólo paces y ternuras, puro y buen amor.
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