dissabte, 26 de setembre del 2020

Falta mi madre

Sigo en mi casa de niño, en el patio ya no está el cerezo pero sí el pino y el limonero, tampoco está el albaricoquero pero sí un laurel y un aguacate que ya muestran su incipiente belleza, rosales viejos de colores de siempre, algunos cactus diferentes, que muestran sus mecanismos de defensa en forma de pinchos de advertencia. Bien, el espacio sigue, pero falta mi madre...

 

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