El Delta del Ebro verdea, aunque con diferente intensidad de verde en los diferentes campos... no sé muy bien si es que algunos ya tienen el adobo o es que son arroces diferentes. El caso es que está precioso, diría que es la tierra de la esperanza por antonomasia, y es que su visión panorámica enamora al amor. Siempre se espera una cosecha al nivel del esfuerzo de estos admirables hombres del campo, los arroceros del Delta. Estar en nuestro pueblo con mi mujer y mi hijo, es lo máximo, y en la foto, siempre hay un fondo de verdes muy luminosos…
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