Y a mi qué que el mundo recaiga,
revierta, conmueva, injerte o digiera…
A mí qué, que los pasos ya no sean dobles,
ni que las campanas no redoblen,
ni las aves no sean canoras del nido,
ni que el sol salga por Antequera…
No me importa mucho que el agua fina
...sea aguacero y chaparrón,
que las nubes aplaudan la tormenta,
que la tierra cruja con los besos del cielo…
No me importan las inclemencias, las turbulencias,
si tú habitas mi velero, patronas mi vuelo...
¡Y a mí qué, si juntos somos invencibles!
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada