Pedraza, Sepúlveda, Turégano... pueblos que muestran su historia y viven su presente al sol del progreso, pero uno aún se siente trovador por los castillos, esperando que la doncella le lance la trenza para trepar por ella, esperando que el padre, señor de la fortaleza, sea comprensivo con su hija y condescendiente conmigo… Maravilla de pueblos, todos empinados, cerca del cielo, huelen a sol y a paz.
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