La respuesta lúcida era decir...
que la Virgen tiene los ojos misericordiosos,
pero dejemos a la Virgen,
con todos los respetos a sus buenos haceres.
Tus ojos, sobretodo cuando me miran,
tienen aquella paz de dulces naturales,
aquella sonrisa tan sutil que tienes instalada
y me regalas en dedicación exclusiva,
llevan implícita mucha comprensión
...para mis altisonancias,
una invitación para el baile eterno
de nuestro consenso definitivo.
Lo dicho, tus ojos tienen mucho de misericordia...
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