Hueles a tinta, a teclado,
a inspiración, a vuelo,
a suelo fertilizado...
con las mejores lluvias del amor.
Sabes a afecto, a proximidad,
compañía, comprensión, aliento,
paz de aquella activa que no cansa.
Te bebo y te vivo,
como al ave que le han puesto
un bosque cerca del río,
como aquel oxígeno que sale...
de las hojas del árbol del amor.
Hueles, sabes, te bebo, te vivo.
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