Mira que te baila el labio, y tú, mirando al tendido.
Mira que te mueves como ausente y te presencias
propiciando el vuelo por las cercanías oportunas.
Mira que parece que dices no, pero es que sí,
y te delatas con miradas, con suspiros,
más allá del decoro y del pudor…
Mira que te miro y te comprendo,
no quieres parecer fácil ni negociable a bajo precio…
Mira que te miro en mi, mira que acelero mis despacios,
mira que te miro y se te entrevé muy auténtica, sana.