Asoma la amapola en el trigal,
la rana sestea en el nenúfar,
una chicharra parece lamentarse,
en la encina donde juegan las torcaces.
Luciérnagas pasean lentamente,
cual estrellas caídas del cielo,
pájaros en griterío de cortejo apasionado,
en el rastrojo de un trigal recién segado,
amor de ardilla, abrazo entero…
por el brazo de un pino que las acoge
y columpia a merced de una brisa de mayo.
Cosas de siempre, cosas...
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada