La sinceridad del sentimiento no tiene norma ni método, no tiene un muestrario de formas exhibicionistas, ni un protocolo que hay que hacer llegar en verso, o al menos en lenguaje musical super peinado. La sinceridad del sentimiento va de alma a alma es tan sutil que del corazón sale un aroma a rosa blanca, como un toque de distinción, verdad que el alma aromatiza vía corazón sensible...
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