Me ha parecido muy curioso el cultivo de los plátanos, planta herbácea de la cual cogemos su fruto, llamado también plátano. Nunca pude imaginar que, una vez que cortan el racimo, siegan la planta y, como máximo, dejan crecer algún brote para hacer luego lo mismo después del fruto. Me ha gustado ver los racimos en un plástico y enterarme que los cortan verdes y que maduran y se hacen más grandes dentro de la bolsa. Por cierto, dicen que hay plátanos rojos, muy dulces, y los de Tenerife son los mejores por la influencia de los alisios.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada